Lo asegura el propietario de Martino Wines, quien después de dos décadas en el mundo del vino, decidió comenzar una nueva etapa apostando por el turismo y el mercado interno. Con vinos de estilo europeo y cepas “menos tradicionales”, Hugo Martino habló en exclusivo con El Descorche Diario desde su bodega ubicada en Luján de Cuyo.
Hugo Martino es oriundo de Buenos Aires, pero su vida se reparte también entre Mendoza y Río de Janeiro, su lugar en el mundo. “A partir de la pandemia no está mal visto trabajar desde la playa con el celular. Cientos de millones de dólares se manejan en negocios desde las playas cariocas”, comenta Hugo bajo el sol del mediodía mendocino.
Atrás quedaron los años dedicados a los medios de comunicación. Martino integró un grupo empresario propietario de Radio El Mundo entre otros negocios mediáticos, pero la pasión por el vino lo acercaron a Mendoza y junto a otros amigos empezaron a pensar seriamente en hacer realidad el sueño de tener un vino propio.
Pasaron más de 20 años y Hugo tiene ganas de doblegar su apuesta por el vino. Su bodega, Martino Wines, concocida anteriormente como Fincas Don Martino, acaba de lanzarse a la conquista del mercado interno argentino. Sus vinos tienen como principal destino a China, además de Brasil y otros países latinoamericanos donde ya tienen un espacio consolidado.
Esta apertura se acompaña de varias inversiones en la bodega. Entre otras cosas, proyectan la inaugurar un restaurante antes de diciembre próximo, donde el empresario asegura que el concepto que tiene es “recibir a los turistas como si vinieran a mi casa”.
La bodega prevé el lanzamiento de nuevos productos con el fin de afianzar su portfolio, donde se incluyen variedades como Marselan, Pedro Ximénez, Sangiovese, Garnacha, Petit Verdot y por supuesto otras como Cabernet Franc y Malbec.
-Hace varios años que estás con la bodega en Mendoza. Pero de alguna manera, hoy estás inaugurando una nueva etapa de cara al mercado interno…
-Alguna vez leí algo de Osho sobre los ciclos de siete años, y justo ahora estamos en el año 21 con el proyecto. Terminó el tercer ciclo y empieza un cuarto, mi hija (Fernanda Martino) me acompaña hace más de siete años al igual que Sergio Montiel (enólogo). Entró ella con el rediseño y los más grandes nos tenemos que correr un poco aunque no del todo. Por eso ahora ahora estamos relanzando e incluso profesionalizando más la bodega en muchos sectores que había que hacerlo por el tamaño que estamos tomando.
-Hugo, sos de Buenos Aires pero actualmente tu vida se reparte entre Argentina y Río de Janeiro (Brasil), ¿cómo te acercaste al vino?
– A mediados de los 90 con unos amigos nos juntábamos cada 15 días a comer asado y el desafío era llevar un vino que no se conociera mucho y que no fuera muy comercial. En esa época, Carmelo Patti era la figurita difícil o el vino extraño, o también, Ricardo Santos. Y en una de esas juntadas, habiendo bebido muchos de esos vinos terminamos decidiendo o preguntándonos, por qué no tener un vino propio. Luego, supimos que salía alguien del proyecto Altos Las Hormigas y encaramos este plan con esa persona que salía de la bodega. Nos daba alguna especie de garantía.
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-Así empezó, como un hobby, y después de 10 años decidimos verlo más seriamente como negocio; y otros 10 años después viene este proceso de profesionalización y de mirar más todos los mercados, tanto el interno como el externo. Quisimos empezar a hacernos más conocidos, por eso estamos en esta etapa de darnos a conocer tanto en el ámbito local como en el internacional.
-En el mundo del vino se dice que “20 años no es nada, que los vinos se piensan para 100 años”, se podría asegurar que están empezando…
– Es verdad, ¡es verdad! De hecho, uno de nuestros vinos empezó en el 2013 y recién ahora se está empezando a vender. Estos son vinos que están cinco años en bodega y comercialmente se empezó hace tres años pero hoy el mercado los aceptó.
-Hugo, ¿cómo has visto la evolución de la industria y del vino argentino en estos 20 años?
-Cuando entramos en el 2001 pagamos todo muy caro, era el uno a uno todavía, y después llegó el 2002 y hubo oportunidades de entrar con baja inversión y tener buenos activos. Creo que ahí se produce el boom del Malbec en el mundo y además se empieza a levantar la vara en la producción y si me preguntás, realmente está cada vez más alta la vara de la calidad de los vinos que se están haciendo y me parece fantástico.
-Se están haciendo vinos de primer nivel internacional y de hecho te lo marcan las puntuaciones. Lo dijo Attilio Pagli, él elige a Mendoza como uno de los tres lugares en el mundo de su preferencia para hacer vinos y considera que es una de las regiones más lindas y que la naturaleza beneficia mucho. En ese sentido estamos bendecidos y me parece que la industria está haciendo las cosas bien.
-Metiéndonos un poco más en los vinos, están apostando por cepas no tradicionales, tal vez una característica que se puede apreciar en el portfolio de Martino Wines.
-Sí, empezamos a curiosear. A veces discutimos si ponemos o no eso de “no tradicionales”. Porque son no tradicionales para Mendoza pero son cepas muy conocidas en el mundo; como el Sangiovese, Petit Verdot. Son variedades que no fueron muy comerciales o puestas en valor.
“Cada vez es más alta la vara de la calidad de los vinos argentinos”.
-Nosotros estamos todo el tiempo probando y esa es nuestra propuesta al público. Manteniendo nuestro estilo, probamos cosas nuevas y si nos gustan se las ofrecemos, las compartimos. Sino seguimos experimentando otras.
-De cara al consumidor, ¿cómo le contarías el proyecto de Martino Wines?
-En Martino Wines se van a encontrar con una bodega que no deja de tener un estilo europeo, nacimos así, mirando enólogos italianos y franceses. De hecho intentamos reflejarnos en eso, al menos en los grandes vinos. Nos mantenemos en ese estilo y nos aggiornamos dependiendo la línea, si serán con menos madera, más o menos concentrados pero con mucha curiosidad, mucho respeto por el vino y la forma de hacerlo.
-En definitiva, van a encontrar nuestro esfuerzo y trabajo dedicado a la curiosidad. No queremos imponer nada ni tampoco someternos a los requerimientos del management. Nosotros no innovamos en ese sentido, curioseamos y compartimos eso si vemos que salió bien. El Petit Verdot, el Sangiovese, Pedro Ximénez son ejemplos de lo que te cuento. De eso se trata, de intentar poner valor en donde otros no lo ponen.
“No queremos imponer nada ni tampoco someternos a los requerimientos del management”.
-Otro caso, es el del Marselan que estamos por lanzar. Tengo entendido que hay solo cinco hectáreas plantadas en Mendoza y lo estamos produciendo nosotros, y fue algo con lo que me encontré viajando y probando.
-Una pata fuerte de la bodega es en el mercado brasilero, de hecho vos pasás parte de tu vida allí, ¿cómo ve los vinos argentinos el consumidor de Brasil?
-En realidad, nuestro principal mercado es China, se lleva el 70 % de las ventas. Y en Brasil, creció un 32 % el consumo de vinos el año pasado. Es un país que absorbe a todos los productores del mundo. Y nos ven muy bien, nos valoran mucho más que a algunos países vecinos. Dentro de la región somos el país más valorado en cuanto a calidad, saben que estamos en un nivel de precios un poco más altos que otros pero adoran el vino argentino, adoran venir a Mendoza, sobre todo y están esperando que mejore la macroeconomía para que podamos hacer los mismo con los precios. En este contexto hemos mejorado bastante los precios del año pasado y el anterior.
-Contanos lo que están proyectando en la bodega en el área de Turismo.
-Casualmente, es el comienzo del cuarto ciclo, como decíamos antes. No sé si es un restaurante en el sentido tradicional, eso lo estamos discutiendo con grandes chefs. Lo que yo les pedí es que los huéspedes que vengan se sientan como si vinieran a mi casa. En el jardín, junto a la parrilla o un hogar, con lindos sillones para estar.
-La idea es poder comer y tomar lo que quieras, no te voy a estar guiando y lo vas a poder hacer adonde quieras. La idea es hacer un espacio gourmet pero sobre todo de vino, la vedette siempre será el vino. Nuestro objetivo es abrir antes de diciembre.
Fuente: https://cordobawinetravel.com.ar/magazine/amp/hugo-martino-nosotros-no-innovamos-curioseamos-y-compartimos-lo-que-descubrimos/